DIA 5: LUNES 22 JUNIO 2009
Era nuestro quinto día en la ciudad y todavía nos quedaban muchas cosas interesantes por ver.
Las visitas destacadas del día eran la espectacular Iglesia de San Salvador en Chora, así como la Mezquita de Eyüp y la Colina de Pierre Loti. Se tratan de lugares que se encuentran un poco más lejos que el núcleo duro de visitas de la zona de Sultanahmet, concretamente por la zona del Cuerno de Oro.
Por el camino teníamos previsto visitar más lugares, así que cogimos el tranvía T1 desde Sultanahmet hasta la parada de Laleli.
Aquí visitamos la Mezquita de Laleli (Mezquita de los Tulipanes). Su nombre es debido a la presencia en el lugar de la tumba de un santo otomano llamado Baba Laleli. En los bajos de la mezquita hay comercios que ayudaron a sufragar su construcción:
Su interior es barroco, constituyendo uno de los mejores ejemplos de mezquita en este estilo de toda la ciudad:
Seguimos con la ruta, y en seguida llegamos a la Mezquita de Sehzade (Mezquita del Príncipe). Fue mandada construir en el S. XVI por Soliman el Magnífico al genial arquitecto Sinan, en honor a su hijo predilecto, el príncipe Mehmed, muerto en extrañas circunstancias a la edad de 21 años. El patio está decorado con mármol rosa y blanco:
El interior no está muy recargado, pero es bastante armonioso. Como está alejado del circuito turístico, la visita es muy tranquila:
A continuación, y muy cerca de la anterior, visitamos el Acueducto de Valens o de Valente (Bozdoğan Kemeri), un acueducto romano (S. IV) que abastecía de agua a toda la ciudad. Aunque no parezca tan impresionante como el de Segovia (S. II), sus dimensiones son muy parecidas. El de Segovia posee una longitud de 813 metros y una altura máxima de 28 metros, mientras que el de Valens medía 1000 metros (actualmente conservados unos 700) y una altura de 26 metros:
Nos encontrábamos en uno de los barrios más tradicionales de Estambul, el barrio de Fatih, uno de los más ortodoxos. Aquí lo más probable es que veas a todas las mujeres con velo y vestidas de negro de arriba a abajo. Os aconsejamos cuidar un poco la vestimenta si decidís visitar este barrio. El corazón del barrio es la Mezquita de Fatih, bastante grande, con una cúpula de 26 metros:
La mezquita reconstruida en el S. XVIII, y parece que seguían los trabajos, ya que estaba de obras en el interior:
Desde aquí tomamos el bus 86V desde Fatih hasta Edirnekapi (5 paradas). La idea era visitar la Iglesia de San Salvador en Chora, pero ya de paso, dado que el autobús deja al lado, echamos un vistazo a la Mezquita de Mihrimah, hija del omnipresente Solimán el Magnífico, y construida por Sinan en el S. XVI. Es la segunda mezquita de la ciudad que lleva ese nombre, la otra también la visitamos y está en Usküdar, como os comentamos en un post anterior. Está localizada en la Puerta de Edirne (Edirnekapi), muy cerca de las antiguas murallas de la ciudad:
Vimos una pequeña parte del impresionante entramado defensivo que rodeaba Constantinopla, las Murallas de Teodosio, abarcaban unos 7 km, y se convirtieron en un baluarte inexpugnable hasta la aparición de la artillería en el S. XV:
Aquí vimos los curiosos taxis compartidos utilizados en Turquía, denominados dolmuş:
Antes de llegar a Chora, pasamos por la colorida calle de Kariye Bostani Sokak:
El plato fuerte del día fue la Iglesia de San Salvador de Chora (Kariye Muzesi), una impresionante iglesia cristiana repleta de arte bizantino, reconvertida a mezquita al ser conquistada Constantinopla por los otomanos:
Lo que hace especial a esta iglesia son los extraordinarios frescos y mosaicos de imágenes y escenas bíblicas que alberga (más de 100) y que constituyen uno de los mejores lugares del mundo para apreciar el arte bizantino:
Una verdadera pasada, y cita ineludible para los amantes del arte, ya que como veis se encuentra perfectamente conservada toda la policromía.
Nuestro siguiente objetivo era llegar a la zona de Eyüp, así que cogimos el primer bus que pasó 37C, 39, 39B, 39C y 39Y para ir desde Edirnekapi hasta Eyüp.
Era ya la hora de comer, así que paramos en el restaurante Karadeniz Mutfağı . Es muy típico que te sirvan el agua como si fuera un yogurt:
Por la tarde, visitamos una de las mezquitas más adoradas en Estambul, la Mezquita de Eyüp. ¿Y quien fue Eyüp?. Eyüp (Eyyub Al-Ansari), fue el portaestandarte de Mahoma. La mezquita fue mandada construir por el sultán Mehmet II, en el lugar donde fue encontrada su tumba. La importancia de la mezquita es tal, que es el cuarto lugar más sagrado del islam, tras La Meca, Medina y la Mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén:
Es uno de esos lugares donde se respira el fervor religioso, como posteriormente nos pasara en la visita al complejo de Monasterio de la Trinidad y San Sergio (el vaticano ortodoxo ubicado en Sergiev Posad, Rusia). Hay gran cantidad de peregrinos que acuden a venerar los restos de Eyüp, por lo que verás mucha gente rezando frente a la reja de plata donde está ubicada su tumba:
Había un cuadro con las horas y nombre de cada una de las llamadas a la oración:
Por cierto, durante la visita los hombres entran por un lado y las mujeres por otro, así que nos tuvimos que separar durante unos minutos.
A la salida, volvimos a ver a otro niño con su trajecito de mini-sultán para celebrar su circuncisión:
Otra visita que se suele combinar con la de Eyüp es la de la Colina de Pierre Loti. No está muy lejos de la Mezquita de Eyüp.
Desde lo alto de la colina hay unas estupendas vistas panorámicas del Cuerno de Oro.
Subimos hasta allí en funicular/teleférico, aunque también es posible subir andando a través del Cementerio de Eyüp:
Además hay uno de esos cafés míticos en el mundo: el Pierre Loti Café, donde poder tomar un café o té con vistas. Recibe su nombre por el apodo con el que escribía un novelista de origen francés que acudía a este lugar a inspirarse. Puedes sentarte en el interior, con decoración típica otomana, aunque lo suyo es sentarse en la terraza y relajarse un rato con las vistas:
Con esto dimos por concluida las visitas del día y antes de hacer otro peregrinaje de autobuses o tranvías, nos regalamos volver en taxi hasta el hotel.
Aún quedaba algo de tarde por delante, y tras descansar un rato, vinieron a recogernos del Süleymaniye Hammam (Mimar Sinan Caddesi, 20), ¿podía estar en otra calle?, :). Otra actividad recomendable en la ciudad es probar el famoso baño turco. Hay otros famosos en la ciudad como los históricos baños de Çemberlitaş Hamam.
Elegimos el de Suleymaniye, porque era el único baño turco mixto de la ciudad. Te prestan el material: toallas, zuecos y ropa (a los hombres un pestemal y a las mujeres un bikini y pantalón corto), una vez cambiados te dan un masaje (fuerte) con jabón sobre una piedra caliente y un lavado exfoliante con una manopla de cuero. La duración es de aproximadamente una hora y el precio unos 40€/persona:
Los baños se consideran como un edificio más dentro del complejo formado por la Mezquita de Solimán el Magnífico, así que como nos quedaba al lado, no dudamos en visitarla.
La mezquita es una de las más grandes de Estambul, construida a mediados del S. XVI, como no, por Sinan. Tiene un diseño muy similar al de Santa Sofía, donde destaca su enorme cúpula de 26 m de diámetro, bien visible desde el Puente de Galata como os mostramos en posts anteriores.
Lástima que estuviera de obras de restauración y sólo permitían acceder a una parte muy pequeña de la misma, para que la gente pudiera rezar:
Tanto Solimán, como su esposa Roxelana y el propio Sinan están enterrados en el cementerio situado detrás de la mezquita.
Para rematar otro día espectacular en esta maravillosa ciudad, fuimos a cenar al restaurante Doy-Doy (Sifa Hamami Solak, 13, Sultanahmet). La comida es normal, no fue la mejor que probamos, pero tiene una terraza con vistas brutales a la Mezquita Azul.